cuenta un mito muy antiguo que prometeo robó el fuego sagrado de los dioses y se lo dio a la humanidad. el fuego era la inteligencia. la humanidad, hasta ese momento, no era mucho más que un rebaño de homínidos protegidos y guiados por los dioses, pero una vez poseedora de la inteligencia, entonces adquirió también el discernimiento y el libre albedrío.
los dioses, apenados por la forma atropellada en que se produjo la tan preciada adquisición, decidieron que era momento de retirarse de la tierra y dejar que los hombres y mujeres se organicen, se gobiernen, se cuiden y evolucionen por sí mismos. antes de retirarse, los dioses dejaron en la tierra a espíritus muy desarrollados para que, a manera de sutiles maestros, transfieran las enseñanzas divinas a la humanidad neófita y de esa forma volver menos tortuosa su evolución.
desde esos lejanos días, los dioses se comprometieron con la humanidad a volver a la tierra una vez al año para preguntarle a los sutiles maestros si acaso los hombres y mujeres ya están listos para ascender al encuentro con sus creadores. y lo han venido cumpliendo todos los años -cada 08 de mayo- a pesar que la respuesta ha sido siempre la misma: todavía no.
el 08 de mayo es conocido en algunas comunidades filosóficas ancestrales -ahora también por ti- como el wesak o día del discípulo. es un día para recordar nuestra naturaleza discipular de aprender de todo y de todos, de ser aprendices perpetuos y de acelerar nuestra evolución y la evolución de otros, de cultivar más las virtudes del alma que las formas del cuerpo, de cultivar más las virtudes del alma que los ceros de la cuenta corriente.
si empezamos pronto, haremos que esté cerca el día en que los dioses bajen a la tierra y pregunten si la humanidad está lista, y los sutiles maestros respondan: sí, ahora sí.
(tomen estas líneas como un "feliz wesak, feliz día del discípulo". y compártanlas.)
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hace un par de años una persona maravillosa compartió conmigo esta historia y desde ahí venimos celebrando el día del discipulo, recordando cada año que aún no estamos listos. Hoy que leo nuevamente esta historiaa me parece aún más hermosa ya que no se generaliza a los seres humnanos como "hombres". Gracias por contarlo y por contarlo de la mejor manera.
ResponderBorrarHay tantas cosas por saber y tantas por vivir. Lo importante es darle sentido al saber y a la vida. Que hoy sea un dia de inicios, que hoy despierten mas discipulos!!.
ResponderBorrarGracias.
Anita Vera
maravilloso...palabras de un maestro.
ResponderBorrarla verdad me parece una historia muy bonita que nos enseña que todavia el ser humano no ets apreparado patra muchas cosas y que hay que seguir aprendiendo las cosas buenas de los demás ... hay que usar nuestro tiempo aprendiendo día a día cosas útiles , cosas que nos ayudaran a formarnos como buenas personas y cosas que nos hacen o nos haran sentirnos bien con nosotros mismos, bien espiritualmente , encontrar ese yo que no todos lo han encontardo todavia .
ResponderBorrarmuy buena Ivan!!! ajaja
atte
andrea lecaro