lunes, 15 de junio de 2009

CARTA A EDUARDO MARURI.

Guayaquil, 15 de junio de 2009.


Señor Economista
Eduardo Maruri
Barcelona Sporting Club
Guayaquil, Ecuador


Estimado Eduardo:

Empecemos con la frialdad de los números: durante tu gestión al frente de Barcelona Sporting Club, el equipo de fútbol de primera categoría ha disputado 60 partidos y ha logrado 90 puntos, equivalentes al 50% de rendimiento. Voy a ahorrarme los adjetivos. Pero voy a seguir con las cifras: durante las dos primeras etapas (2008 y 2009) en que tú y tu equipo humano eligieron y respaldaron a sendos cuerpos técnicos, el rendimiento ha sido incluso inferior: 46%. Además, de los 8 extranjeros contratados en tus 19 meses de gestión ninguno ha podido consolidarse como un refuerzo importante para el club. Y de los más de 12 “chavales” presentados a inicios de 2009, hoy ninguno es titular ni hay visos de que pueda serlo. Algo huele mal en Dinamarca, Eduardo.

Viendo las decisiones que tomas, conociendo de tus éxitos pasados y comparando con los resultados que consigue el club tengo algo claro: te falta información (en calidad y en cantidad) para la óptima toma de decisiones.

Comprendo que te falte información a ti y a tu equipo directivo: ustedes, a lo largo de sus vidas, no han sido hombres de fútbol, no han sido de ir al estadio todos los domingos –¡todos!-, no han sido de devorarse decenas de partidos de fútbol por televisión semanalmente, no han sido de investigar sobre jugadores y entrenadores por el puro gusto de hacerlo. Ustedes, con todo respeto, son profesionales exitosos a quienes les ha gustado el fútbol para los escasos momentos que el trabajo, la familia, el descanso y otras actividades les han dejado libres. Por eso llegó Floro y les dijo que tenían una mina de oro y le creyeron. Eduardo, Barcelona no tiene una mina de oro porque sus divisiones inferiores no son de oro. Revisa las alineaciones de las selecciones nacionales de los últimos 10 años y dime cuántos de esos jugadores produjo Barcelona. Te ahorro el trabajo: uno solo, José Francisco Cevallos, que debutó en Barcelona en 1991, hace 18 años. Lo de la mina de oro sólo se lo creyeron ustedes porque les falta cantidad y calidad de información. Y humildad para pedirla a las personas idóneas.

Cómo será de cierto lo que te digo en el párrafo anterior que hace algunos meses, uno de los miembros de tu equipo directivo nos dijo a un grupo de socios ‘no hace falta saber de fútbol, quien debe saber es el director técnico’. Espero que luego de haberse puesto en las manos de Floro con los ojos cerrados y de verse undécimos en la tabla de posiciones hayan cambiado ese criterio. O si no te pregunto, en tu calidad de publicista y economista: ¿asumirías la administración de una clínica de patologías cardiovasculares? ¡Supongo que no! Porque de cirugías de corazón abierto sólo sabes algo por cultura general. Eduardo, yo creo que de fútbol tú y tu equipo directivo también saben algo por cultura general, pero con eso no alcanza, asúmanlo con humildad. Al respecto, en carta del 03 de mayo dirigida a Benito Floro y copiada a ti, decía “…su (de Floro) buen verbo y sus buenas intenciones no sólo que nos tienen en el octavo lugar …sino que tiene obnubilada a la mayor parte de los inexpertos y arrogantes dirigentes del club, que ven por sus ojos, transpiran por sus poros y repiten sus palabras. Eso no es culpa suya, lo sé: usted sólo ha dicho lo que pretendía hacer con el equipo y ellos han dicho que sí, a pie juntillas. No es culpa suya -esto no es ironía-, pero si usted se va, los va a obligar a buscar ayuda y a corregir. O a irse también”. Me ratifico.

Eduardo, cómo se nota que nunca vieron fútbol: despediste a un director técnico sin tener otro a la mano cuando Barcelona lo que más requiere es trabajo. Debiste haber iniciado la búsqueda mucho antes de la salida de Floro. Y hoy ya tendríamos 15 días de trabajo con el nuevo entrenador. ¿Cuánto más deberemos esperar? El tiempo, en el fútbol, te mata, Eduardo. Al ritmo que vamos, ningún profesional serio va a querer asumir una situación como la que se nos viene: jugarnos la categoría en 12 partidos y en clara desventaja frente a equipos que tienen a su cuerpo técnico desde inicios de temporada y a sus extranjeros plenamente acoplados. Se han demorado mucho en todo, Eduardo. Y han decidido muchas cosas mal. En la carta a Floro le dije “…Señor Floro, sus decisiones (insisto: bien intencionadas) nos han hecho mucho daño: tenemos un equipo desbalanceado, débil, en algunas líneas muy vulnerable y, además, sin muchas posibilidades de reforzarse, tanto por la escasez de jugadores disponibles en el mercado nacional e internacional, como por el menguado presupuesto económico del club. Si sus decisiones hubieran sido acertadas a inicios de año, habríamos trabajado sobre lo positivo del año 2008 (que sí lo hubo) y, de a poco, sus correctivos y su proceso estuvieran dando resultados. Nada de eso se hizo. Prefirió usted desmantelar todo y empezar un proceso que más visos tiene de experimento ya que su pobre hoja de vida (en cuanto a títulos) así lo sugiere”. ¿Cómo no viste lo que se venía, Eduardo? ¿Cómo le creíste, por ejemplo, que Belleza Mendoza era mejor jugador y pateaba mejor que Quiroz? Quiroz es titular y nos ganó el clásico. Mendoza no va ni a la banca. Te falta información, Eduardo. Y te van a faltar jugadores.

Espero que estas líneas convoquen a la reflexión y a la humildad. Espero que estas líneas te animen a reestructurar tu comisión de fútbol con gente de fútbol, con ex jugadores bien intencionados y de la casa, con entrenadores que no persigan intereses personales, con estudiosos del fútbol, sin importar si son o no amigos tuyos. No más amigos, Eduardo, Barcelona necesita gente de fútbol, no de roscas.

Espero no recibir de ti la respuesta majadera y ofensiva que recibí de Floro y que puse en tu conocimiento para que compares mi misiva llena de argumentos en que destacaba las buenas intenciones del español, frente a sus expresiones en que me llamaba irresponsable, maleducado y otras cosas. Por cierto, aprovecho para reprochar tu silencio al respecto. Como socio, me sentí ofendido –no por Floro, que era un empleado poco eficiente del club- sino por el Presidente y el Secretario, a quienes les hice saber de la ofensa recibida en mi calidad de socio y su respuesta fue el silencio.

Espero tampoco recibir de ti la pobre respuesta de uno de los miembros de tu directorio, quien me escribió (luego de la carta a Floro) diciéndome “…en lo personal como dirigente sé cuales son los errores y a partir de eso se está trabajando, lo fácil sería escribir un mail desde mi casa, pero yo decido todos los días trabajar …y en otras oportunidades metiéndome la mano al bolsillo”. Arrogancia al 100%. Mala tos.

Finalmente, Eduardo, coincido contigo en tus declaraciones de hace algunos días: tú eres el responsable final de todo lo que ocurre en Barcelona desde noviembre de 2007. Por tanto, si este año no hay liguilla, ¿has pensado en –dignamente- renunciar y convocar a elecciones? Piénsalo. No elegiremos Alcalde hasta dentro de 5 años.

Cordialmente,


Iván Sierra
c.i. 090493247-2 Socio 44449