PATIÑO IMPECABLE.

¿hay que decir algo más? simplemente estuvo impecable y demostró ser un ministro de lujo: limpísimo de proceder, fiero en su defensa y contundente en sus argumentos.

este apunte debería terminar allí, pero hay algo condenable en el escándalo de los pativideos que no quiero dejar de mencionarlo: la prensa. la prensa fue rapidísima para el montaje del escándalo, para la proyección del vídeo fragmentado, para los titulares incriminatorios en los periódicos, para los comentarios suspicaces y para darle espacio a una oposición que se relamía los bigotes por la oportunidad.

esa misma prensa, en cambio, luego de haber visto el vídeo completo -en guayaquil y en quito-, luego de haber recibido el vídeo completo para volverlo a ver en privado, luego de tenerlo a patiño en numerosas radios y canales de televisión explicando con lucidez su inocencia y la pulcritud con que maneja la cartera a su cargo, se ha mostrado lenta y reticente a reconocer la inocencia del ministro, sus buenas intenciones y su proceder impecable.

¿qué queda con esa actuación deleznable de un buen sector de la prensa? queda la duda. los ciudadanos que no siguieron más que los titulares de los periódicos y las breves notas de los noticiarios de televisión se quedaron con la duda sobre el ministro patiño. ¡eso es manipulación! si yo digo hoy que usted ha sido acusado de ladrón y mañana digo que se ha defendido de la acusación, no he dicho en ningún momento que usted es inocente, ¿verdad? y más de uno se quedará con la idea de que usted es ladrón. ¡ésa es gran parte de nuestra prensa! corrupta.