lunes, 21 de mayo de 2007

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE.

este apunte ha sido tomado de http://www.vistazo.com/ edición del 17 de mayo de 2007, columna de santiago roldós titulada "carta abierta al presidente".

De mis consideraciones: La creación de la Comisión de la Verdad para averiguar violaciones a los derechos humanos y crímenes de Estado durante una de las etapas más oscuras de nuestro pasado reciente, me permite asumir pública y comedidamente, en pleno ejercicio de mis derechos ciudadanos, el deber de solicitar que su gobierno asuma el compromiso histórico de deslindar responsabilidades en la dejación del Estado ecuatoriano en las investigaciones de la muerte de mis padres, el entonces presidente Jaime Roldós Aguilera y la Primera Dama, Marta Bucaram Ortiz, así como de toda su comitiva, en el malogrado vuelo del 24 de mayo de 1981.

Sus muertes no pueden estar por encima de una sola víctima de tortura y persecución de los aparatos del Estado, y tampoco sus deudos merecemos ni más ni menos consideración que los de un infante fallecido en un hospital infestado por la burocracia y el neoliberalismo.

Basta recordar a los muertos de Aztra, o a los indígenas defendidos por monseñor Proaño en la sierra feudal, o las cruces sobre el agua del 15 de noviembre de 1922, entre tantos otros crímenes producidos o solapados por el Estado, para tener claro que la historia de nuestra ignominia se inicia mucho antes de la muerte de Roldós. Pero también es evidente que la falta de seriedad, transparencia y profundidad en las investigaciones de un hecho de tal magnitud como la muerte de un Primer Mandatario constituyeron una piedra fundacional de la impunidad imperante en nuestro país: ahí empezó la distorsión de las tareas y los valores de nuestra actual “democracia”.

No voy a repetir por ahora ninguna de las teorías de la conspiración en contra de mi padre (tan válidas o más que la hipótesis nunca comprobada del accidente).

Pero sí voy a afirmar, con contundencia y rotundidad, que lo que hubo hace 26 años no fue una investigación, sino la forja de informes y explicaciones, en el mejor de los casos, para el establecimiento de una Verdad Oficial cómoda, manejable y automática para un gobierno, como el del sucesor Osvaldo Hurtado, interesado en no hacer olas (aun si lo que tuviese entre sus manos fuese un verdadero Tsunami).

Si pensamos sin malicia, lo que entonces se impuso fue una noción perversa de gobernabilidad, consistente en considerar que la estabilidad se alcanzaba represando los conflictos, desconociendo las miserias y barriendo a los muertos debajo de las alfombras, que es la misma mentalidad conservadora y reaccionaria que nos ha condenado no sólo al desahucio de la memoria, sino también al exilio económico, a la inseguridad jurídica y la mediocridad política. Y que al igual que en muchos de esos caso, urge hacer justicia, especialmente si en la dejación de las investigaciones de la muerte de Roldós existió algún tipo de encubrimiento. El Estado ecuatoriano debe averiguarlo por su propio bien, señor Presidente: como usted sabe, sólo las naciones capaces de ajustar cuentas con su pasado tienen futuro.

Hace tiempo escuché a su actual secretario de Seguridad, Fernando Bustamente, explicar que el gran reto político del Ecuador es que sus habitantes dejemos de ser deudos y nos convirtamos en ciudadanos.

Espero, señor Presidente, que usted entienda que la verdad del caso Roldós, específicamente en cuanto a si hubo o no dolo en sus indagaciones, es una tarea ineludible de su gobierno. Confío que ante esta respetuosa demanda usted tenga la misma entereza y coherencia con su propio discurso de cambio que la que ha tenido en la conformación de la Comisión de la Verdad.

Atentamente,

Santiago Roldós Bucaram
1707149371

1 comentario:

  1. Me encanta la forma en que escribe Santiago Roldós, es siempre lo primero que leo cuando llega la Vitazo, causa eterna de pelea con mi madre por ser desordenada, hasta para leer una revista.
    Leí el artículo la smena pasada y me senti muy conmovida por la manera tan formal y tan serena que él muestra su petición al Sr. Presidente sobre un tema que imagino debe de ser inmensamente doloroso.
    Concidero que la impunidad sobre crimenes que son insólitos y sobre el resto de crímenes que continuan en la oscuridad por falta de investigación o a causa de sobornos insultantes a la inteligencia de los ciudadanos. mostrandonos una justicia nunca creible y siempre corrupta, una justicia encargada de decirnos mentiras imposibles de creer.
    Espero que sea el comienzo de un cambio, espero que el Sr Presidente se deje de hablar tanto y comience a tomar riendas en el asunto y no sea otro Elefante Blanco perdido en el tiempo.

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