la copa américa nos dejó el recuerdo del golazo de messi frente a méxico, un poema. nos dejó también el juego fino y de buen gusto de riquelme que dio verdaderos recitales en casi todos los partidos. es imposible dejar de nombrar a nery castillo, el punterito mexicano que nos deleitó con su velocidad y su precisión. mención de honor para el gol del chileno suazo, acaso el mejor de la copa. pero el campeón es brasil.
con el fútbol me pasa lo que con mi ex novia: mientras más lo conozco, menos lo entiendo. y menos me gusta.
el brasil de dunga juega horrible y es campeón. el domingo pasado pegó, marcó, pegó, apretó, pegó, se refugió, pegó, achicó espacios y pegó. y salió campeón. eso es fútbol en nuestros días. igual hizo italia en el mundial y el milan en la última champions league. es deplorable. aunque salgan campeones y la historia olvide todo y sólo registre el nombre del primero, para quienes tenemos buen gusto es deplorable. y es injusto para el fútbol que el equipo con mejores jugadores y con mejor juego de conjunto (argentina) no sea campeón porque hubo otro que salió a no jugar y no dejar jugar.
muchos elogian aquello, priorizan el resultado, el éxito. son industriales del fútbol. yo gusto de lo artesanal.
preferir el fútbol de dunga y gatusso por sobre el de zidane y riquelme es como preferir una rebanada inolora y simétrica de pan industrial por encima de un rico pan artesanal recién salido del horno, sólo porque el primero es más barato y llenador. es cuestión de gustos.
valdano dice “todos quieren ganar, pero sólo los mediocres no aspiran a la belleza”. me suscribo a la belleza. y los dejo. voy a la panadería.
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