antes de gritar y de llorar por los tiburones es importante enterarse de cómo eran, cómo son, cómo serán y cómo deberían ser las cosas en materia de pesca.
¿qué decía la ley derogada? que estaba prohibida la pesca dedicada de tiburones y la comercialización de los mismos y de sus partes. ¿qué estaba sucediendo? que en alta mar, algunos pescadores capturaban tiburones -incidental o premeditadamente-, les cortaban las aletas y los devolvían mutilados al mar. ¡una crueldad sin nombre! y luego vendían las aletas en alta mar o en la costa, pero fuera de la ley y a precios de mercado negro, lo que hacía muy rentable la práctica. ¿qué tipo de controles había? apenas un inspector para todo el perfil costero, o sea nada.
¿qué sucede en estos días? la ley todavía no entra en vigencia, así que nada de lo que está sucediendo lo podemos tomar como definitivo.
¿qué sucederá en el futuro? que se les permitirá a los pescadores (gente pobre que no sabe más que pescar y ahora puede ganarse unos pesos más, no se van a hacer ricos) comercializar aletas de tiburones bajo las siguientes condiciones:
a. que en la pesca del día los tiburones no pueden ser la carga principal, sino la minoritaria ya que es incidental.
b. que los tiburones lleguen enteros a la costa y sean faenados en tierra y una vez muertos igual que cualquier pescado de los que comemos en cebiches. así lo piden, además, las organizaciones ambientalistas.
c. que se usen métodos de pesca como el palangre que garanticen que la pesca es incidental.
d. se prohibe la presencia de grandes barcos pesqueros (muchos japoneses) en faenas de pesca dedicada de tiburón ya que la carga debe llegar a la costa ecuatoriana.
además, el ministerio de agricultura, ganadería y pesca, ha dispuesto ya del presupuesto para contar con un inspector en cada puerto a fin de ejercer los controles y llevar estadísticas que hasta ahora son inexistentes. igualmente se pondrá a disposición de los pescadores los créditos 555 para que mejores sus embarcaciones y artes de pesca, entre ellos el palangre.
¿qué más sucederá? probablemente -como ha sucedido en numerosísimos casos similares- una vez legalizada su comercialización, bajará el precio del producto y por tanto el apetito desmedido de algunos pescadores y comercializadores inconcientes.
es decir, recién ahora vamos a saber la verdad de la comercialización de aletas de tiburón. tal vez en años pasados, con la prohibición, las cifras hayan sido escalofriantes y desconocidas, ahora vamos a conocerlas para evaluarlo todo dentro de 6 meses.
conociéndolo y razonándolo así, la derogación de la prohibición luce saludable y realista.
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Iván Orlando
ResponderBorrarSi antes se comercializaba las aletas de tiburon con precio de mercado negro porque no habia los controles debidos, contando con solo un inspector en el perfil costanero, lo que hacia muy fácil la venta, entonces cuál es el propósito de hacerlo legal ahora? y luego de semejante decisión, ahora si contratar más inspectores. No saldría mucho más saludable para todo el Ecuador, para GAlápagos, que contraten más inspectores que impidan las ventas de aleta de tiburon con el fin de que estos animales no se extingan en lugar de legalizar la pesca "por casualidad" en otras palabras la matanza a los tiburones.
Al parecer este es otro de los malos asiertos de nuestro "querido" presidente.
aciertos se escribe con c.
ResponderBorrarRespondo al comentario de Orlando. Sería imposible cuidar todo el mar territorial, necesitaríamos un inspector por cada bote de pesca y hoy escuché que sólo en Manta hay más de 300 botes. La forma de controlar es en tierra, por eso si no lo permites, siempre habrá mercado negro y eso es peor.
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