martes, 3 de febrero de 2009

ENTRE CARROS Y VESTIDOS.

anticipo que este apunte lleva un par de expresiones procaces, pero ni modo: no encontré otra forma de comentarlas que incluyéndolas. hecha la advertencia, allí va.
hace unos días nos reunimos unos cuantos amigos -todos hombres- y uno de ellos llegó en su nuevo porsche rojo fuego último modelo. mi amigo césar, tan directo para las bromas como para las verdades, soltó una procacidad: "cuando uno llega a ver a la hembra en un carro así, automáticamente éste (haciendo un gesto que evocaba al pene) te crece 10 centímetros". entre risas, todos asentimos en clara alusión al grado de deslumbramiento que una nave así podía despertar en plena faena de conquista. la expresión de césar, procaz y todo, quedó escrita y aceptada
hoy, mientras conversaba con mi amiga sophy -a quien días anteriores le había contado ya lo del porsche- hablábamos de lo difícil que es para un hombre comprar ropa femenina, zapatos, carteras, etc. y me decía ella que su esposo sí era capaz de opinar, elegir y comentar sobre moda femenina. y que, además, algunos amigos de él también lo hacen. para el vendedor de sueños, que entre sus sensibilidades esa del criterio para la ropa femenina es escasa, el aserto de sophy fue como descubrir américa.
luego siguió el diálogo con sophy y ella fue más allá y dijo que entre los encantos más destacables de un hombre estaba que pudiera enviarle de regalo a su novia -¡jamás rosas rojas! eso es barato- un vestido que lo hubiera deslumbrado a él y luego a ella. a decir de sophy, la doblemente deslumbrada sería ella: por el vestido y por la sensibilidad del amante. debo confesar que luego de tantos y tantos años conociendo los encantos de la conquista masculina, el énfasis de sophy al referirse a aquello de la sensibilidad para la elección de un vestido me dejó sin piso. me asombró. o dicho de otro modo: aprendí.
entonces, ya hacia el final de la didáctica conversación, recordó sophy la procacidad de mi amigo césar y me dijo algo así como 'tu amigo dice que por el carro le crece 10 centímetros... ¡qué básico! ¿qué hace uno con el carro del otro? ¡nada! por un detalle sensual como el del vestido, ahí sí le crece... y como 20 centímetros'.
todos los días se puede aprender. todos. de hecho ahora mismo, mientras buscaba una imagen para este apunte, he visto un par de conjuntos de verano un poco atrevidos que me encantaría enviárselos a la rubia, inteligente y decente que todavía no conozco, con una nota: quiero vértelo puesto el viernes. que su belleza se opaque ante la tuya.

gracias, sophy, por la pista.

2 comentarios:

  1. Debo confesar que el título del blog me llamó la atención, por lo que en el momento que llegó a mi mail (hace un par de horas) lo abrí de inmediato, y entre una y otra actividad de la oficina, finalmente pude leerlo y disfrutarlo hace un par de minutos...

    Sophy como siempre viendo más allá, y aplaudo el criterio de regalar vestidos por todo lo que para una mujer significa y tu lo detallas en este blog!

    Muy bueno... Deberías enviarselo más a hombres que a mujeres. Yo se lo copiaré a mis amigos; no hay excusas ya como el "no se que regalarle". Ya saben los puntos que ganarían con vestidos! Y de hecho los playeros son los más fáciles, pero para comenzar...

    un abrazo vendedor!

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  2. Y es que Sophy ha tocado un tema realmente cierto. No hay hombres que puedan dar un regalo que a una lo deje sin habla. Ni que pensar que puedan comprar ropa o comprar un vestido!!!
    Yo aprendi por experiencia propia y despue de recibir regalos que no usaba nunca a dar un listado de tiendas que podian visitar para comprar el regalo de cumple o navidad. Entregaba un listado con codigo de item, marca, precio y hasta talla.... era tal el trabajo que mejor era si me daban el dinero que yo mismo lo compraba....
    He disfrutado tu articulo... gracias!!
    Anita

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