http://www.eltelegrafo.com.ec/opinion/columnista/archive/opinion/columnistas/2010/01/08/Los-8-vasos-de-agua.aspx
Iván Sierra, Consultor empresarial
Más de una vez usted debe haber escuchado que los seres humanos debemos beber ocho vasos de agua al día, caso contrario, nos podría venir una debacle que va desde afectaciones al colon hasta merma en el funcionamiento del cerebro. El affaire de los ocho vasos viene con una advertencia: no cuenta el agua que contienen las gaseosas, ni los jugos. Tampoco la que está naturalmente contenida en las frutas, carnes, vegetales, etc. Los ocho vasos deben ser de agua pura. Y embotellada. Allí está el truco. Y la mentira. Aunque a nadie le hace daño tomar agua, hay publicaciones que afirman que no hay evidencia científica sobre que sean necesarios ocho vasos del líquido vital (http://bit.ly/69yc6G), sino de dos a tres litros de líquidos en general. En la Internet hay notas científicas (http://bit.ly/bqQ7D) que avalan lo que ahora comparto con ustedes. ¿De dónde y por qué surge, entonces, la leyenda de los ocho vasos de agua? Dedúzcanlo. Los ayudo con una pista: el ser humano es el único que se pasa la vida ordeñando las ubres de otro mamífero para tomarse su leche, a cuenta del calcio que ésta contiene, a pesar que el mineral se encuentra también en decenas de productos mucho más saludables y apropiados para seres humanos (http://bit.ly/7Scpki). ¿Qué hay detrás del agua embotellada y detrás de la leche para que nos hayan indoctrinado a beberlas tanto? Hay enormes presupuestos de relaciones públicas que sirven para filtrar contenidos en medios de comunicación, en redes sociales y en boca de líderes de opinión. Se lleva así a la gente a hablar de determinado tema, en determinado sentido. Andrés Seminario lo explica mejor en La sociedad karaoke, allí hace una analogía con los salones en que la gente canta (lee) lo que la pantalla pone. La sociedad de consumo se comporta igual: repite lo que otros ponen en pantalla, sea del televisor o de la computadora. Para el caso que nos atañe: alguien descubrió que podía embotellar agua y ganar dinero, y puso a todos a repetir lo de los ocho vasos de agua al día. No es casualidad, por tanto, que las campañas pro ocho vasos de agua hayan aparecido junto con el producto agua embotellada. Ni tampoco es casualidad que las empresas lácteas auspicien congresos médicos, campañas como Got Milk (la del bigote de leche, 1993, California Milk Processor Board) y hasta se involucren en temas gubernamentales de forma oscura como sucedió en Filipinas hace pocos años (http://bit.ly/153qSJ). Mucho de lo que creemos y de lo que consumimos es producto de karaokes globales que nos ponen a todos a repetir un mismo sonsonete. Este tipo de prácticas comunicacionales, además de eficaces, son también eficientes y legales: cumplen sus metas globalmente, usan menos recursos que la publicidad y no dejan rastro de autor. Esto último es importantísimo ya que no hay a quién acusar de haber dicho una verdad a medias respecto a los ocho vasos de agua ni respecto a la leche. A posteriori de haber investigado y compartido sobre los entretelones del affaire del agua y del de la leche, me queda una amarga sensación de timo. He sido engañado. Y creo que usted también.
Así es mi estimado, en nuestro medio existen muchos más de estos tips de los ciudadanos Karaokes los cuales hemos ido absorbiendo desde el inicio de la sociedad y quién sabe si viene de mucho más átras, otro engaño a nuestra vista y demás componentes es támbien las " dos alkazetser" que uno debe tomarse déspues de una excelente comida o no en realidad támbien es un truco de venta para que las dichosas disolventes se vendan de a par... pero para que vean aquello esto es positivo o negativo, depende de que lado estemos como consumidores o como comunicadores, es mejor dejarlo de lección
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