martes, 20 de enero de 2009

EL PEOR ENEMIGO DEL HOMBRE.

hace años le escuché a mi padre, que no solía exaltarse mucho, decir "el banco es el peor enemigo del hombre". 'está cabreado mi viejo' -pensé y me quedé callado. pero no olvidé la frase.

de aquello han pasado tal vez unos 15 ó 18 años y en este tiempo he tenido relaciones de todo tipo con bancos: inversiones locales, cuentas de ahorro, cuentas corrientes, cartas de crédito, inversiones off shore, transferencias bancarias, banca virtual, créditos, factoring, etc. y no recuerdo un solo banco -ni uno solo- que se escape a la sentencia paterna.

la última experiencia probatoria todavía la estoy viviendo: debía hacer una transferencia de una cuenta mía en citibank a una cuenta mía en banco de guayaquil. voy a ser enfático y repetitivo: UNA TRANSFERENCIA DE MI DINERO, no era un crédito, no era una garantía, era una transferencia de mi dinero de un banco privado a otro banco privado.

el trámite lo inicié el martes 13 de enero, ¡mal día! hoy, martes 20 de enero a las 11h00 todavía no recibo el dinero en mi cuenta del banco de guayaquil: ¡¡una semana para un trámite que debería tomar (con la tecnología del siglo xxi) 10 minutos!!

¿qué pasó?
una ejecutiva de citibank digitó mal una letra y ¡zas! envió el dinero al limbo: el dinero dejó de estar en citibank, pero no llegó al banco de guayaquil... ¡¡se fue al limbo!! pero como benedicto xvi ha dicho que ya no hay limbo, entonces... ¿a dónde se fue el dinero?

mientras eso pasaba en citibank, la ejecutiva de banco de guayaquil a cargo de mi cuenta desconocía por completo los mecanismos de las transferencias internacionales y sólo atinaba a decirme que el dinero no llegaba y que citibank new york le decía que siga esperando. desconocía ella, incluso, que el lunes 19 fue feriado en estados unidos, por tanto nadie le pudo haber contestado el teléfono siquiera en citibank new york.

¿qué ME pasó?
1. perdí una semana de intereses QUE NO ME LOS PAGARÁ NADIE.
2. perdí de cerrar un negocio que me hubiera generado ingresos 7 u 8 veces más que la miserable tasa de interés que el banco me estaba pagando. ESO NO ME LO PAGARÁ NADIE.
3. perdí el interés de quienes pudieron haber sido mis proveedores y mis socios en el negocio frustrado, y con ello posibilidades de otros negocios. ESO TAMPOCO ME LO COMPENSARÁ NADIE.

¿qué había sucedido realmente?
el error de citibank no afectó a la transacción, que se realizó normalmente y el dinero lo recibió banco de guayaquil el miércoles 14, PERO NO ME LO ACREDITÓ EN MI CUENTA SINO HASTA EL MARTES 20. no me lo acreditó, usufructuó de él, me lo escondió, durante 4 días laborables de la forma más burda e inmoral, me robaron.

¿qué me queda por hacer?

me queda la posibilidad de contarles a ustedes estas miserias e ineficiencias de la banca privada americana y ecuatoriana.

me queda compartir con mis alumnos en clase: esto es un ejemplo del ANTI SERVICIO AL CLIENTE. a veces nos confundimos y creemos que servicio al cliente es que le sonrían y lo llamen a uno por el nombre. eso es sólo la atención. servicio al cliente es que todo funcione bien, o sea lo contrario del caso que acabo de relatar.

me queda compartir también con clientes, familiares y amigos esta experiencia gris para que tomen muchas precauciones en el futuro: no dormimos con el enemigo, le dimos nuestro dinero para que duerma con él.

y me queda, finalmente, el recuerdo de la frase de hace 18 años: "el banco es el peor enemigo del hombre". tenía razón papá, otra vez.

3 comentarios:

  1. Te quedaste corto vendedor, debiste mandarlos a la mierda!!! En cambio cuando el cliente come te un error le caen encima con penalizacioens y sanciones.

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  2. pero cuando el Gobierno les da sus ajustes y los pone en vereda, allí si saltan a defender sus ingresos y sus intereses. Han lucrado y siguen lucrando, han sido ineficientes y se han lavado las manos, son un asco los banqueros.

    Cristina Zaldumbide

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  3. Leo el apunte y me lleno de rabia. Es para reputearlos por ineptos, por tiburones, por sinverguenzas.

    Supongo que el vendedor se encargó de decirles de a a la z lo que realmente son, una banda de mafiosos.

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