jueves, 8 de mayo de 2008

FELIZ DÍA DEL DISCÍPULO I.

hace un año compartí con algunos de ustedes este texto alusivo al wesak o fiesta del discípulo. ahora, en una nueva conmemoración de tan significativo día, me permito volverlo a compartir:
cuenta un mito muy antiguo que prometeo robó el fuego sagrado de los dioses y se lo dio a la humanidad. el fuego era la inteligencia, o el discernimiento.
la humanidad, hasta ese momento, no era mucho más que un rebaño de homínidos protegidos y guiados por los dioses, pero una vez poseedora de la inteligencia, entonces adquirió también el libre albedrío. los dioses, apenados por la forma atropellada en que se produjo la tan preciada adquisición, decidieron que era momento de retirarse de la tierra y dejar que los hombres y mujeres se organicen, se gobiernen, se cuiden y evolucionen por sí mismos.
antes de retirarse, los dioses dejaron en la tierra a espíritus muy desarrollados para que, a manera de sutiles maestros, transfieran las enseñanzas divinas a la humanidad neófita y de esa forma volver menos tortuosa su evolución.
desde esos lejanos días, los dioses se comprometieron con la humanidad a volver a la tierra una vez al año para preguntarle a los sutiles maestros si acaso los hombres y mujeres ya están listos para ascender al encuentro con sus creadores. y lo han venido cumpliendo todos los años -cada 08 de mayo- a pesar que la respuesta ha sido siempre la misma: todavía no.
el wesak parecería evocar también al noble corazón de buda, quien estando en las puertas del nirvana decidió volver a la tierra para ayudar a guiar a la humanidad con la promesa de no entrar al nirvana hasta ver la espalda del último de los humanos entrar en él.
el 08 de mayo es conocido en algunas comunidades filosóficas ancestrales -ahora también por ti- como el wesak o día del discípulo. es un día para recordar nuestra naturaleza discipular de aprender de todo y de todos, de ser aprendices perpetuos y de acelerar nuestra evolución y la evolución de otros, de cultivar más las virtudes del alma que las formas del cuerpo, de cultivar más las virtudes del alma que los ceros de la cuenta corriente.
que sirva, entonces, la festividad de hoy para recordar que nadie es suficientemente sabio para no ser discípulo, ni lo suficientemente ignorante como para no ser maestro. que sirva, entonces, la festividad de hoy para recordar que si aceleramos la evolución de nuestra alma, haremos que esté cerca el día en que los dioses bajen a la tierra y pregunten si la humanidad está lista, y los sutiles maestros respondan: sí, ahora sí.
(tomen estas líneas como un abrazo de "feliz wesak, feliz día del discípulo". y compártanlas.)

4 comentarios:

  1. ¡Feliz Wesak!!!

    Que bueno que hayas incluido lo de Buda!

    Ojalá el próximo año estemos un poquito más cerca de una respuesta positiva!

    am

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  2. Por supuesto Iván… todos debemos admitir como Sócrates que no sabemos nada. Hacerlo constituye el primer paso para salir de la ignorancia en la que la mayoría de los seres humanos nos encontramos.
    Si bien es cierto que mantener una actitud discipular implica tener gran apertura mental y mucha humildad –tarea complicada- nos abre las puertas que nos llevan a la comunión con los dioses, con Cristo o con Buda permitiéndonos ser mejores personas.
    Para mi este es el primer año en que lo celebro y lo comparto! Feliz Wesak!
    Laura

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  3. eeeh feliz dia del discipulo eso nada mas!
    no quiero comentar acerca de la filosofia porque esa materia me la metian hasta por las narices y atormento un poco mi etapa colegial porque como sabe fui sociales...
    ni tengo que poner quien soy porque creo ya sabe jajaja
    adios

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  4. Yo juraba que nos estabas tomando el pelo Ivan, srsly

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